FIN DE AÑO.¡Que país de mierda tenemos....pero es nuestro país! Un año 2010 para olvidar no solo por las circunstancias que nos han tocado vivir, sino que hemos comprobado una vez más porqué somos uno de los ocho países más desiguales del planeta: Un terremoto (de los más violentos de la historia mundial); una huelga de hambre del pueblo mapuche por la aplicación de leyes represivas de tiempos de la dictadura; una cuasi tragedia minera; cientos de muertes en las carreteras; 81 presos muertos quemados vivos en la cárcel de San Miguel en Santiago. Es cierto, todas desgracias tremendas pero de ellas hemos podido observar las debilidades de nuestras instituciones y que simplemente no funcionan. Hechos que nos han desnudado completamente y que no somos realmente lo que decimos…que somos. Un terremoto que demostró que no existe capacidad del estado para recuperarse, mostrando la pobreza más cruda en la que viven tantos chilenos. 33 mineros sepultados a 700 metros de profundidad, nos mostraron la precariedad, la falta de responsabilidad y la explotación a que son sometidos miles de trabajadores de todos los sectores de la producción. Accidentes de buses en las carreteras son producto de la sobreexplotación e irrespeto a leyes laborales de los trabajadores de la movilización; 81 presos muertos, nos muestran una realidad que nadie, ni políticos de izquierda, derecha, centro o como se denominen (al fin todos son lo mismo), desconocían. Claro, siempre es más interesante preocuparse de lo que pasa en el fútbol, en la farándula o en cualquier cosa, menos preocuparse por la realidad. ¡Que país de mierda nos han dejado, después de una dictadura atroz y más de 20 años de “democracia”! Llegaron con el compromiso de mejorar y ni siquiera hemos cambiado lo fundamental: la Constitución Política que nos dejó de herencia Pinochet, y no digan que no se han dado cuenta, ahora se sienten cómodos gozando de fueros y de un gran sueldo y prefieren vivir comodamente y que el resto se las arregle. Observamos como el parlamento y los que gobiernan, no responden a las necesidades de los que representan, y tienen a un país sumido en la desigualdad. Es definitivamente un año para olvidar.
¡ QUE ESTAS NAVIDAD NOS TRAIGA DÍAS MEJORES !
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