sábado, 7 de marzo de 2009

SALUDOS EN ESTE 8 DE MARZO DE 2009

Estimadas Compañeras:

Me permito muy cordial y fraternalmente extenderles un caluroso saludo en este 8 de marzo de 2009, donde Conmemoramos el Día Internacional de la Mujer.

Lo cierto es que éste hito histórico, más que celebrar como todo el mundo nos propone a todas las mujeres, es hacer un recordatorio del por qué este acontecimiento se manifiesta a lo lardo de todo el mundo y evaluar los avances y retrocesos que hemos tenido las mujeres en esta lucha constante de reconocer que también somos personas parte de este universo y con los mismos derechos, deberes y garantías que tiene todo ser humano.

Recordar que esta fecha rinde homenaje a muchas mujeres que a lo largo de la historia del mundo y de nuestro país, dieron su vida por conseguir un salario igual al de los hombres, reducción de la jornada laboral (8 horas diarias), el derecho a sindicalizarse, tener derecho al descanso dominical, tener derecho a la lactancia, y terminar con el trabajo infantil.

En el caminar hemos avanzado en muchas instancias, pero hay que decir que pareciera que en muchas otras hemos retrocedido más que avanzar, ya que hoy en pleno siglo XXI seguimos luchando por tener una igualdad de salario que los hombres por hacer la misma función, hasta hoy esto no se da en todos los puestos de trabajo, cada día seguimos luchando tanto hombres como mujeres por tener una jornada laboral digna que nos permita tener el tiempo de no solo trabajar, sino que el de poder compartir con nuestras familias, y el de poder recrearnos dentro de del resto de las 24 horas que tiene el día, tener el derecho a decidir sobre nuestra sexualidad y reproducción, y no tener que aceptar la imposición de la maternidad por motivos políticos demográficos o religiosos, castigando a las mujeres que abortan y prohibiendo la distribución de la anticoncepción de emergencia en los servicios de salud públicos, reconocer el gran aporte que hacemos a la economía las mujeres por el trabajo que realizamos en el hogar y del cuidado de los otros, el derecho a vivir una vida sin violencia de ningún tipo.

Pareciera que los avances tecnológicos nos hacen olvidar que estos temas fueron la bandera de lucha de las mujeres de los siglos anteriores, pero basta con mirar hacia dentro de nuestra casa o hacia el lado y ver que estos temas siguen siendo desafíos pendientes para todas las mujeres y los hombres, ya que este mundo lo habitamos hombres y mujeres, pero mientras existan estas desigualdades e inequidades no podremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos e hijas.


Por que aspiramos a un trabajo decente exigimos una vida decente para todas las mujeres.






Magdalena Castillo Díaz
Presidenta
Confederación de Trabajador@s del Comercio, Servicios e Industria
CONSFETRACOSI
Dirigenta de la Confederación Sindical de Trabajador@s de las Américas
CSA