INFORMATIVO Nº 28 15 de Febrero 2009

LA CRISIS FINANCIERA.

Todos sabemos la historia claro, como la han contado los medios de prensa:"La crisis comienza en EE.UU. debido a que ciudadanos adquirieron viviendas no pudieron pagar los dividendos”, ¿así de simple?. Decididamente es la gran mentira que nos han brindado los medios y lo mas fácil, es cargar las culpas a otros. Hasta cansarnos lo dijimos: “el modelo neoliberal de capitalismo salvaje, fue para que los ricos del mundo se hicieran más ricos y que los pobres serían más pobres”, y a partir de ahora, mucho más. Desgraciadamente la cesantía no solo es real, en un gran porcentaje provocada y aprovecharla para despedir trabajadores(as) que luego volverán alguna vez a un trabajo pero con sueldos más miserables. Una bomba social estallará en algún momento sin duda, pues la miseria, el desempleo y la falta de futuro, oportunidades y desprotección social, se apoderará de la mayoría. Nos preocupa que el gobierno no tome medidas de protección más efectivas y mas allá de considerar un “Seguro de Desempleo”, controlar el IPC, debería proteger el empleo y castigar duramente a los empresarios que se aprovechan de ésta circunstancia y no ayudan en nada a enfrentar la situación dejando sus utilidades por un bien superior, para que la economía vuelva a la normalidad. Si no lo hacen serán traidores simplemente y serán también los primeros afectados por el estallido social. El gobierno de la presidenta Bachelet no puede permitir la gran cantidad de abusos que se están produciendo en sectores productivos y altamente rentables por varias decenas de años y ahora, con un aprovechamiento insensato de la situación, despiden a grandes cantidades de trabajadores y trabajadoras. Grandes y medianas empresas han sido favorecidas todos los años del reinado “neoliberal” y aún hoy, siguen ganando dinero pero, como estas utilidades no pueden retroceder simplemente por culpa de una crisis, a lo que se recurre es a rebajar los gastos en salarios y mandar a los trabajadores (as) al desempleo. Se pisotea el derecho humano al trabajo.Las organizaciones sindicales estamos consientes de las dificultades, pero no por eso vamos a mirar con pasividad lo que está ocurriendo con las injusticias que se cometen y debemos reaccionar frente a ellas.